Donde quiera que estés
Donde quiera que estés, te gustará saber que por flaca que fuese la vereda no malvendí tu pañuelo de seda por un trozo de pan y que jamás, por más cansado que estuviese, abandoné tu recuerdo a la orilla del camino y por fría que fuera mi noche triste, no eché al fuego ni uno solo de los besos que me diste. Por ti brilló mi sol un día y cuando pienso en ti brilla de nuevo sin que lo empañe la melancolía de los fugaces amores eternos. Donde quiera que estés, te gustará saber que te pude olvidar y no he querido, y por fría que sea mi noche triste no echo al fuego ni uno solo de los besos que me diste.
J.M.Serrat
1 Comments:
S.M:
Y te reitero el comentario, apropiadas las palabras para surgir de vos.
Cariños
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